Historia de la botella de vino

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Desde Grandes Pagos Gallegos, queremos retomar un poco la historia, regresando a la Roma del siglo I, para desde allí comenzar el recorrido de la botella de vino, su origen, sus formas, colores y tamaños. 

¿Cuál es su origen?

Los romanos en el siglo I ya utilizaban la medida de 700 cm³ como la ración diaria de vino mezclada con agua que consumía una persona de promedio.

La teoría más aceptada y estudiada viene de la Europa medieval, en aquellos tiempos la medida más aceptada para el comercio internacional era el galón inglés. Resulta que 750 cm³ es la quinta parte de un galón, aquí tenemos el origen de la medida estándar de una botella de vino.

En la década de los 70, las grandes potencias del mundo firmaron un tratado internacional donde se establecía como medida para el comercio los 750 cm³ que hoy en día conocemos.

Aparte de este tamaño estándar, hay otros formatos muy utilizados hoy en día, desde el Fillete (media botella de vino), el medio litro o el Magnum…

Después de estos formatos más utilizados, encontramos formatos más grandes con nombres de antiguos reyes persas, como por ejemplo:

  • Jéroboam: 3 litros (= 4 botellas)
  • Rehoboam:  4,5 litros (= 6 botellas)
  • Mathusalem: 6 litros (= 8 botellas)
  • Salmanazar: 9 litros (= 12 botellas)
  • Balthazar: 12 litros (= 16 botellas)
  • Nabuchodonosor: 15 litros (= 20 botellas)
  • Melchor: nada más y nada menos que 18 litros o 24 botellas estándar.

A modo de anécdota contaros que la botella más grande del mundo contiene 1.850 litros, o lo que es lo mismo, ¡2.467 botellas de 0,75 cl! Mide 4,5 metros de altura y ha sido elaborada por una bodega del norte de China.

 

Tipos de botellas de vino según su forma

Las más comunes son las botellas denominadas Borgoñonas, las Bordelesas y las botellas Rhin. Después hay otro tipo de botellas específicas, por ejemplo, para los cavas o champagnes, los vinos de Jerez u Oporto entre otros.

  • Bordelesa:

La botella bordelesa es originaria de Burdeos, no obstante, es la más extendida, de cuerpo cilíndrico, hombros altos y cuello alargado. De color verde oscuro principalmente para los tintos y vidrio trasparente para los vinos blancos.

  • Rhin:

La botella tipo Rhin, también llamada renana, es esbelta y estilizada, alargada y ciertamente estrecha en su parte superior. Su origen se sitúa en la ribera de este río alemán, es la utilizada habitualmente en los vinos de la zona, eminentemente blancos.

  • Borgoñona:

Esta botella tiene su ascendencia en Borgoña, de ahí su nombre, siendo uno de los modelos más antiguos que se conocen. Con un cuerpo cilíndrico de mayor amplitud, muy esbelta y elegante, con los hombros caídos y menos marcados. Es la botella que utilizamos en nuestros vinos de Grandes Pagos Gallegos.

  • Espumosos:

Esta botella es utilizada principalmente para cavas, champagnes o cremants, vinos que realizan una segunda fermentación en botella, debido a esto está diseñada para aguantar la presión del vino que contiene, ya que puede llegar a 4 atmósferas. 

De forma cilíndrica, hombros muy caídos y de un vidrio más grueso y con una base que va hacia el interior, para así aumentar la superficie de cristal y disminuir la presión sobre la base y las paredes de la botella.

  • Jerezana: 

Su origen es ciertamente la zona de Jerez, de la que toma su nombre, es una botella de color muy oscuro, generalmente verde o negra, cilíndrica de hombros rectos marcados y cuello largo ligeramente abombado en su parte inferior.

  • Franconia: 

Originaria de la zona alemana de Franconia, al sur del país, donde se elabora el vino Bocksbeutel, es de aspecto aplanada, baja, de contorno redondo, con un cuello cilíndrico. Algunos vinos de la región de los Vinhos Verdes de Portugal también utilizan este formato.

Color de las botellas de vino

La botella de vino debe su típico color verdoso a la intención de proteger el vino durante su estancia en botella.

El vino es fotosensible, esto quiere decir, que le afecta la luz. Es más, hay un problema que puede aparecer cuando la botella está expuesta a la luz del sol directamente durante cierto tiempo que se denomina “enfermedad de la luz”.

De hecho, después de varios estudios se decidió que el color verdoso del vidrio era el idóneo para las botellas de vino, ya que interrumpe mejor las radiaciones ultravioletas y violetas, además dejan pasar muy poco a las radiaciones azules.

¿Cuáles utilizamos en nuestras bodegas?

 

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